Villars, el pueblo campestre con aires franceses que no esta lejos de CABA y reina la tranquilidad

Villars es una pequeña localidad ubicada en el partido bonaerense de General Las Heras y tiene la increíble peculiaridad de estar rodeada de naturaleza y seguridad. A pesar de que es un lugar con pocos habitantes y casi desconocido, la realidad es que una serie de actividades rurales que son aptas para todas las edades. Si estás buscando desconectarte de la rutina y tener un día de campo con buena gastronomía, este circuito turístico es ideal para vos.

Este pintoresco pueblo es una escapada perfecta para hacer cualquier momento del año, ya que no requiere tener un gran presupuesto para poder visitarla y se puede llegar a la zona a partir del transporte público debido a que está a solamente 97  kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. El viaje con vehículo lleva poco más de una hora y simplemente se debe salir por la Riccheri y empalmar con la autopista Ezeiza-Cañuelas. Luego, tomar la Ruta Provincial 6 que conduce a la entrada del sitio. Para aquellos que no tengan auto, podrán tomar el colectivo 136 que sale desde el barrio de Caballito (dos horas).

Una síntesis de la historia del pueblo

Esta localidad nació gracias al avance de la red de transporte público. En 1908 se comenzó la construcción de la estación “Villars” del ramal de Rosario-Capital Federal-Nueve de Julio de la línea General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires. Esta era una de las paradas más importantes del sistema, ya que en la zona había depósitos de locomotoras y se usaba como lugar de descanso para los trabajadores de la empresa.

Su época dorada se dio entre 1914 y mediados de la década de 1970. Entre esos años, creció la actividad económica y la cantidad de habitantes creció consideradamente, pero con la llegada de los 80, las políticas nacionales cambiaron y se levantó el servicio. Si bien muchos vecinos decidieron irse a las ciudades, otros se quedaron y lograron sacar adelante el pueblo. Actualmente, allí viven 1500 personas que se dedican principalmente a las tareas de campo.

Un pueblo rural con aires franceses

Uno de los puntos más llamativos de Villars es su mezcla entre las tradiciones campestres y los edificios con estítica europea del siglo pasado. Gracias al amor que tienen sus habitantes por el lugar, se conserva la esencia rural que dio origen y todas sus actividades rondan la temática. A lo largo del lugar se pueden encontrar casas quintas o fincas donde se puede pasar un día de campo o un fin de semana de descanso. Uno de los puntos más populares es “Estancia La Juanita”, donde se puede tener una verdadera experiencia de granja.

Continuado con los clásicos gauchescos, se puede visitar el viejo Bar Manolo (también conocido como Lo de Forte), el restaurante de campo “Lo de Lala” y el bodegón “El Encuentro”, donde se pueden degustar riquísimos platos como empanadas, pastas y mucho más. Para los amantes del dulce, no se pueden perder los churros “Las Liebres”, que aseguran ser los más sabrosos de la provincia. Si bien estos locales son los más destacados, los visitantes pueden disfrutar de una gran variedad que se adapta al presupuesto.

Dentro de su circuito histórico se encuentra la vieja estación que se diferencia por ser un edificio de dos pisos de estilo francés. Actualmente, aquí funciona una biblioteca popular y donde eran los galpones se desarrolló un bello Museo Ferroviario, donde se muestra la época dorada del transporte en nuestro país. Este recorrido lo finaliza la visita a la pequeña iglesia local y la plaza central de la localidad.

Más allá del campo, en Villars se valora mucho la naturaleza, por este motivo se pueden encontrar varios jardines que se caracterizan por estar desbordados de flores y plantas. Por otro lado, para los amantes de la aventura, la caminata por el Monte VInelli es un imperdible. Aunque no hay dudas que el mejor plan que se puede hacer en este sitio es descansar y tener un fin de semana completamente único en familia.